Creo que de niños todos tuvimos un amigo imaginario, yo por lo menos sí. Un amigo al que le contábamos nuestros pequeños problemas, jugábamos con él y nos ayudaba a acabar con el malvado de turno. En definitiva, era nuestro héroe particular, ese héroe que hacía el saque de esquina directo a mi cabeza para así poder marcar el gol que me diera el campeonato de liga o del mundo.
Ninguno buscábamos un héroe lleno de bondad, con un corazón que se le saliera del pecho de lo grande que lo tenía, aunque de alguna manera sí que lo era, pues al final el héroe acababa siendo yo y no él.
Ha pasado mucho tiempo de aquello, y uno ya no está para amigos imaginarios. Ahora son de carne y hueso y en algunos casos, si no fuera porque los ves o los tocas, pensarías que son eso: imaginarios.
Hace más o menos siete meses conocí a tres tipos curiosos que poco tenían que ver con lo que conozco en el mundo de la Semana Santa. Tres tipos a los que conocí discutiendo en un famoso foro de Semana Santa: uno hace sus reflexiones en el blog de Iacobus, otro le pone nombre a los días, y el tercero en discordia susurra a las petunias.
Pues bien, a mis treinta y ocho años, muy cerca ya de los treinta y nueve y cuando los felices años de mi niñez quedan ya lejos, me doy cuenta que tengo nuevos amigos imaginarios. Nuevos héroes, aunque éstos no me pondrán ese balón medido para que yo meta el gol que me llevará a la gloria, ni terminaremos con ningún malvado. Estos me ayudan a darme cuenta de las cosas y me apoyan en los malos momentos. Pero lo mejor es que no sólo lo hacen conmigo, si no con todo aquel que lo necesite; éstos son los héroes que reclamaba antes: los que están llenos de bondad, ésos a quienes su corazón no les cabe en el pecho; ésos que cuando te caes además de ayudarte a levantar, te dicen por qué te tienes que levantar; ésos que te hacen mirar un poquito mas allá de lo que ves.
Estos tres son mis héroes mis amigos imaginarios de mayor: Tomas, Carlos, Rober. Si no fuera porque os hablo, os veo, os escucho, os toco, pensaría que solo existís en mi imaginación
Un abrazo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Costalero: No sé cómo serían tus entradas antiguas. Tiempo tengo para ponerme al día. Pero, lejos del pasteleo, supongo que me quedo con éstas. Porque lo normal es perdernos en malos rollos en la vida cotidiana. Y lo que no practicamos es darle nunca las gracias a los demás, decirle que les queremos, que nos necesitamos. Seguro que todos tenemos héroes como los tuyos y no llegamos a decirles nunca todas estas cosas.
Precioso post, preciosas palabras, y, sobre todo, estupenda elección de tu trío de héroes. Te entiendo, porque yo también les debo muchas noches mágicas y más de un momento de bajón en que su mano me ayudó a ponerme en pie. Y eso no tiene precio.
Jolín, Costalero, qué manera de emocionarme... Aquella noche en que descubrimos a la antefirmante escribió Rober que no existía, que era producto de nuestra imaginación. Lo bueno de todo esto es que la realidad mejora la imaginado, supera lo imaginable, y detrás de los nicks estoy descubriendo verdaderos "héroes en zapatillas". ¡Gracias! Y ojalá esté a tiempo de ponerte en la cabeza un balón desde la derecha... y a la red. Campeones de la amistad.
Pues yo me imagino a mi mismo en tu equipo de fútbol imaginario, jugando de central (formado en la escuela de centrales "El patadón" de Clemente en marcatoons, ya sabes), a Carlitos repartiendo estopa en el centro del campo, a Tomás de extremo hábil colgando balones y a ti de delantero centro nato rematando a la red. Los colores del equipo no lo ponemos que lo mismo se acaba el pasteleo jajaja.
Lo que no me imaginaba es que meses después de "debatir" en el foro esto iba a acabar así. Cualquiera se atreve a pronosticar como continuará.
Lo que si se es que no soy imaginario y mucho menos héroe, porque no suena bien que un héroe tenga a los suyos como tales, y yo al menos tengo muchos.
Querido Rober, tienes mucha razón, un héroe no puede tener a los demas como tal, por eso a partir de ahora tu de jaras de ser mi héroe, para pasar a ser, héroe de héroes
Quqrido Tomas ese gol si que me gustaria meterlo yo, ese, el que nos de el campeonato de la amistad
Querida Berrendita, no nos conocemos y ya tenemos algo en comun, un trio de héroes,como dice la canción que cosas tiene la vida
Un abrazo
AMIGO yo nunca he tenido un corazón tan grande como el de Rober o el de Tomas, nunca he sido un heroe de nada, simplemente he tendido mi corazón y mi mano a todo aquel que ha querido algo de mí.
Nos conocimos enfrentandonos por una distinta percepción de la Semana Santa y pronto nos dimos cuenta que ambos estabamos equivocados, eso te convierte a tí en heroe yo solo soy simplemente tu AMIGO y eso me llena de orgullo.
Gracias Alfredo por ser mi AMIGO, gracias por ser como eres y enseñarme lo que me has enseñado.
Y si esto es pastelero, yo quiero ser pastelero, para poder tener a mi lado mas gente como vosotros.
Saludos y un fuerte abrazo.
Publicar un comentario