"Deja ya de joder yo no me llamo Manuel". Así decía una canción de los Toreos Muertos. Yo no sé si el personaje que me ocupa hoy canta o torea, pero que es un muerto de eso no cabe la menor duda.
"No me llamo José Luis, yo me llamo Josep Lluis Carod-Rovira". Con esta frase se desprendía este personaje de medio pelo en un programa de televisión, un programa que hace Televisión Española; este personaje que después de las últimas elecciones tiene que seguir alimentando de alguna manera el nacionalismo catalán. Como dice el dicho, sigue pedaleando, pues si dejas de hacerlo te caes de la bicicleta. Por eso éste sigue pedaleando para no caerse, pero en la carrera seguirá quedando el último, no porque sea mal corredor sino por tonto.
A este personajillo que no tiene ningún peso político, y a otros como él, llámense Juan Laporta presidente del F.C Barcelona, u Olegario Pressas jugador del club antes mencionado, no les he oído decir nada en contra del trasvase de agua hacia Cataluña. Podrían decir que no quieren el agua que proviene de España, podrían decir que la quieren pero que pagarán por ella al estado español. Podrían decir que prefieren lavarse, regar y calmar su sed con cava, pero no lo van a decir.
En fin: en todos lo pueblos hay un tonto y en Cataluña, donde por extensión debe de haber muchos, éste es mayor de todos.
"No me llamo José Luis, yo me llamo Josep Lluis Carod-Rovira". Con esta frase se desprendía este personaje de medio pelo en un programa de televisión, un programa que hace Televisión Española; este personaje que después de las últimas elecciones tiene que seguir alimentando de alguna manera el nacionalismo catalán. Como dice el dicho, sigue pedaleando, pues si dejas de hacerlo te caes de la bicicleta. Por eso éste sigue pedaleando para no caerse, pero en la carrera seguirá quedando el último, no porque sea mal corredor sino por tonto.
A este personajillo que no tiene ningún peso político, y a otros como él, llámense Juan Laporta presidente del F.C Barcelona, u Olegario Pressas jugador del club antes mencionado, no les he oído decir nada en contra del trasvase de agua hacia Cataluña. Podrían decir que no quieren el agua que proviene de España, podrían decir que la quieren pero que pagarán por ella al estado español. Podrían decir que prefieren lavarse, regar y calmar su sed con cava, pero no lo van a decir.
En fin: en todos lo pueblos hay un tonto y en Cataluña, donde por extensión debe de haber muchos, éste es mayor de todos.
Alfredo